Ingredientes:
1 paquete de galletas tipo María o similares
120 gramos de mantequilla
500 gramos de queso tipo Philadelphia o cualquiera para untar
400 gramos de leche condensada
El zumo de un limón
La ralladura de un limón
¿Cómo se prepara?
1-Tritura las galletas usando un mortero, un robot de cocina o descargando tu furia (con cuidado no vayas a lastimarte) colocándolas en una bolsa plástica y golpeando con un rodillo.
2-Derrite la mantequilla al baño María o en el microondas y mezcla con las galletas para formar una pasta arenosa que será la base de la tarta.
3-Pon en un molde desmontable presionando bien con los dedos para que quede bien compacta y lleva a la nevera.
4-Ahora es momento de preparar la capa de queso. Para ello, en un recipiente echa la leche condensada con el queso de untar. Bate a velocidad mínima con varillas eléctricas o a mano, hasta que quede bien homogéneo. Recuerda que el queso tiene que estar a temperatura ambiente.
5-Coloca la ralladura de limón a la preparación y vierte el zumo poco a poco, mientras sigues mezclando hasta conseguir una preparación esponjosa.
6-Saca la base de la nevera y echa la crema de queso y limón. Lleva de nuevo al frío por 5 ó 6 horas aproximadamente, hasta que se endurezca. Puedes dejar que se enfríe bien toda la noche, por ejemplo.
7-Para decorar tienes la opción de esparcir un poco de jarabe o sirope de fresas, para darle un sabor más fresco y frutal. Otra idea es ponerle chocolate blanco en trocitos o bien más limón rallado. ¡Deja que tu imaginación vuele!